Una vez, hace ya muchos años, recuerdo que un domingo en la mañana avisaron a todos los factores y residentes que el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular iba a realizar una visita al barrio.
Recuerdo que efectivamente el dirigente se movió a pie por las diferentes calles y que la gente, rauda y veloz, aprovechó para decirle los problemas que existían, que por cierto muchos eran casi históricos.
Que si un bache, pues Contino llamaba por el celular y aparecía alguien a inspeccionar y comenzar a arreglar; Que si un basurero en un placer, pues el teléfono de Contino volvía a hacer el milagro de traer a la gente de Comunales.
Y así, resolviendo cosas a la marcha, el dirigente continuo su caminar hasta que alguien lo llevó a una fosa que pese a todas las gestiones habidas y por haber, llevaba un buen tiempo desbordada sin aparente solución.
Allí conversó un rato con algunas personas, entre las que estaba el Delegado del Poder Popular, interesándose por las gestiones que se habían hecho, y de nuevo sacó el teléfono, marcó un número y a los pocos minutos apareció un camión para eliminar un problema que el pobre Delegado llevaba AÑOS tratando de resolver.
Desde ese día, cuando en el barrio hay algún problema, la gente de aquella época gusta de decir -medio en broma y medio en serio – “HAY QUE BUSCAR EL TELÉFONO DE CONTINO