Puerto de la Cruz no es solo un destino turístico. Es un libro abierto donde cada calle, cada balcón y cada roca costera cuenta un capítulo de la historia de Tenerife. Situado en la vertiente norte de la isla, este municipio ha sabido reinventarse una y otra vez, pasando de ser un pequeño asentamiento pesquero a convertirse en el «pionero del turismo en Canarias».